Él&Ella 127

A Él le bastaba con jugar
mientras Ella conjugaba el verbo amar

No me gusta hacer planes

no me gusta hacer planes
me agobia

y si he quedado para ir al cine
y luego no me encuentro bien
o no me apetece
o me he puesto a escribir y no quiero dejarlo
o me he puesto a leer y no quiero dejarlo
o me he puesto a imaginar y no puedo dejarlo
o he tenido una jodida epifanía y necesito asimilarla

como decía
no me gusta hacer planes

La clave

Nos inventamos a la gente. Nadie es como creemos. 
Ésa es la clave. 
Ésa es la jodida clave.

Un qué tal y una sonrisa

Se toparán una tarde cualquiera 
y con un qué tal y una sonrisa 
fingirán que no se han pensado
en cientos de escenarios
de conversaciones y de orgasmos

Se toparán una tarde cualquiera 
y tras un qué tal y una sonrisa 
seguirán, como toca, con su vida 
y con esa que esconden adentro
esa que sólo conocen ellos

Cuando sólo importa el tú-y-yo

Foto de David Martín

Tú y yo

explorando las calles desierto

Tú y yo

danzando en alguna estación

Tú y yo

sorteando el resto

Tú y yo 

Tú y yo 

Tú y yo

Tiene el corazón verde

Foto de Paula Coll Marcus

Había tenido el corazón tan rojo como Ana.

Había tenido un melancólico corazón azul.

Había tenido también el corazón apagado.

Pero nunca había tenido el corazón verde

verde sana hierba… Hasta ahora.

Lo que fuera que hubiese

Foto de Javier Rodríguez

Tenían sus normas 
y cada día las rompían 

Miraban las estrellas 
Ella decía 
Tal vez todo está escrito 
y tal vez esto no está escrito 

Y él le decía 
Entonces borraré lo que fuera que hubiese 
y escribiré lo nuestro 

Y brindaron con agua 
desafiando a la suerte  

Tenían sus normas 
y cada día las rompían

Yo, tú.

Mi boca extraña tu boca. Mi piel extraña tu piel. Mi lengua, tu lengua. Mis pechos, tu lengua. Mis pechos, tus manos. Mi pie izquierdo, tu pie derecho. Mi brazo, tu brazo. Mis ojos, tus ojos. Mis ojos, tú. Mis manos, tú. Yo, tú.  

Experiencia cercana a la vida

¿Cuando fue la última vez que tuviste una experiencia cercana a la vida?

Abajo las leyes del álgebra

Siempre has alterado el orden de los factores. Esta vez quieres alterar el producto. Será necesario incluir o excluir algún elemento. Eso...

o echar abajo las leyes del álgebra.

El desenlace

Ya no me inspiras, 
pensó
Ya no me inspiras.

Y por fin
inspiró tranquila.

Por eso quiero que me suceda

te lo quiero contar te lo quiero contar te lo quiero contar por eso quiero que me suceda
porque
te lo quiero contar

Pompas de jabón

Aún no he hecho todas las pompas
Y quiero hacerlas
Y quiero hacerlas
Y quiero hacerlas
Antes de quedarme sin agua
Antes de quedarme sin jabón
Aún no he hecho todas las pompas
Pero voy a hacerlas

Siempre nos quedará 

inventarnos.

Tu última oportunidad

La he visto subirse a ese tren.

Era tu última oportunidad.

Mira, 

te dice adiós con la mano.

Desolador

Tendría que estar feliz pero no lo estaba.

No lo estaba.

Había motivos. 

Pero no lo estaba.

Era ilógico.

Era disonante.

Era desolador.

La curiosidad

Una cálida mañana de abril, Margaret, recién levantada, se lavaba la cara cuando pensó “la curiosidad es el síntoma inequívoco de la vida”. No le bastó con pensarlo. Tuvo que decirlo en voz alta: LA CURIOSIDAD ES EL SÍNTOMA INEQUÍVOCO DE LA VIDA. Esa revelación lo cambió todo.

Ya nunca podría asegurar fidelidad o exclusividad a una única casa, a un único corte de pelo, a un estilo, a una marca, a un hombre, a una posición, a nada, a nadie. Todo estaba permitido. La justificación era la propia vida. Se había topado con la Carta Blanca. Estaba aterrada. Pero se sintió más curiosa que nunca. Se sintió más viva que nunca.

Mala, a todas luces, mala idea

No. Seguro que no. Imposible. No tiene ningún sentido. Es una absurdidad. Eso es. Una absurdidad gestada en una mente caprichosa. Una quimera. Una ilusión. Una utopía. Un peliculón. Un disparate.

¿O no? 

Y si la mínima, remota, improbable, ilógica, mala, a todas luces, mala idea se desprendiera del precinto que la mantiene entelequia y se convirtiera en un hecho.

No. Seguro que no. Imposible. No tiene ningún sentido…

Eso que vive entre las pausas que hacemos para tomar aliento

Eso que no nos hemos dicho
Eso que nunca nos diremos
Eso que, sin embargo, sabemos

Eso que vive entre las pausas
que hacemos para tomar aliento
Eso que hemos declarado ya
en silencio