17 de diciembre de 2021

El origen de las grandes calamidades

En el origen de las grandes calamidades hallamos la inconfundible firma del aburrimiento. Peligroso y eficaz como ningún otro estado del ánimo.

3 de junio de 2021

Página 12

André sabía que era moreno, de estatura media y ojos oscuros. Estudiaba periodismo porque anhelaba convertirse en un locutor reputado, vivir en un ático con vistas y encontrar a alguien especial a quien deleitar con su arroz con verduras.

André conocía algunos episodios de su infancia: la euforia por su primer sobresaliente; el tropezón en el patio del colegio que acarreó seis puntos e innumerables mofas; y el campamento de verano, plagado de bichos y personajes terciarios.

André se había llamado Flavio y, antes, Zacarías, y no descartaba que en cualquier momento volviera a llamarse Flavio o Zacarías, o que se le asignara un nuevo nombre.

También Gael, su compañero de piso, había sido rebautizado. De él sabía poco: era músico, adicto a los cereales y al licor café y nunca salía de su habitación antes de las once.

André llevaba varios meses bloqueado en el nudo de su historia. Quería pasar página, alcanzar el clímax y avanzar hasta el desenlace. Sin embargo, no estaba en sus manos… Así que aguardaba, en el segundo párrafo de la página 12, entre el margen izquierdo y un verbo transitivo, que el autor acabara de una vez por todas lo que había empez

1 de mayo de 2021

Tú, que conoces todos mis desastres

Eres la persona más importante de mi vida. Sí, tú. Aunque a veces no te soporte. Aunque a veces no comprenda tus decisiones o no te reconozca en tus actos. Aunque a veces no sea capaz de mirarte a los ojos y estemos días sin cruzar palabra. Aunque conspires a mis espaldas. Aunque me hayas subestimado y endiosado a partes iguales. Aunque a veces vea en ti algo que yo he perdido. Y eso me devaste. Pese a todo, eres la persona más importante de mi vida.

Tú, que conoces todos mis desastres, que me has visto anegarme en todo tipo de pozos, tontear con la desesperación y tragarme desengaños sin licor que los ablandase. Tú, que conoces mis fuertes y mis flaquezas, y el lugar donde moran mis deleites. Tú, que has tramado conmigo los más ambiciosos planes y has asistido a la disección minuciosa, tú dirías «obsesiva», de cada fracaso y de cada tibio aprobado. Tú, que has celebrado mis escasas victorias a sabiendas del sacrificio que hubo detrás de cada una de ellas.

Tú, que ordenas y desordenas los muebles de mi sesera; que arrinconas y elevas mis ideas. Lo hiciste ayer mismo, cuando discutimos sobre este post. Yo quería desvelar al final que me lo remitía a mí misma. «Al lector le parecerá muy original», dijiste con ironía, y sugeriste insinuarlo en el tercer párrafo, fuera o no cierto, apostando por romper la cuarta pared. Eres más audaz que yo. De eso no hay duda.

Tú, que conoces todos mis temores, que sabes que sigo mirando bajo la cama antes de acostarme y que me atormenta que el techo se derrumbe los días de viento. Tú, que conoces todas mis verdades, que percibes que me importa aunque diga «no me importa», que percibes que estoy mal aunque diga «estoy bien».

Ha habido otros. También hubo épocas en que fuimos solamente tú y yo. «Hagamos un breve repaso al historial», propondrías. «No hace falta», respondería. ¡Cuánto de mí malgasté buscando mi media naranja! Desalentada, recuerdo haber tanteado algunas drupas y pomáceas... Ahora, por fin, comprendo que siempre te he tenido enfrente, agridulce y energética, al otro lado del espejo.

P. D.: Sobre lo que hablamos ayer: voy a hacerte caso.

16 de abril de 2021

De renuncias

 Dejé de hablar de mis problemas a la gente porque les buscaban soluciones. Y yo tenía las mías. Sólo quería contarlos.

13 de febrero de 2021

Toda la escala de colores

Nuestros cuadros clínicos no eran alentadores... Entre tus cenicientos pulmones no había más que un instrumento de percusión que acompañaba, cada viernes a las once, a tu Les Paul de imitación.

Dichosos mis ojos cuando te vieron. Mis pupilas se dilataron. Mis pupilas me delataron. Y a los trastornos visuales se sumaron la sonrisa boba y el temblor generalizado.

Nuestros cuadros clínicos no eran alentadores y, sin embargo, nos pusimos manos a la obra; fabricamos nuestra historia: de la mirada al beso y del beso al adiós. Y, entremedias, toda la escala de colores de la euforia a la desesperación.


(Con este microrrelato participé en un concurso del blog de las bibliotecas municipales de Leganés, que proponía la inclusión de las palabras: cuadros, instrumento, imitación, ojos, manos y beso.)

29 de enero de 2021

Finalista del XXXII Certamen Literario Alberto Magno de Ciencia Ficción

¡Albricias! Mi relato 'Doce segundos' ha quedado finalista en el XXXII Certamen Literario Alberto Magno de Ciencia Ficción organizado por la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. No está nada mal para ser la primera vez que escribo ciencia ficción...
Muchas gracias, eskerrik asko, a los que posibilitaron que mi relato llegara a la votación final. Me habéis hecho muy feliz. Este reconocimiento es un chute reconfortante y estimulante para esta humilde mezcladora de palabras. 
'Doce segundos' es la historia de Martina, una treintañera a la que le apasiona la ciencia ficción, que siempre hace referencias de películas y series, aunque no todos las entiendan… De pronto se ve inmersa en un suceso propio de ese género. Y es que, un día, sus ojos, le empiezan a mostrar breves instantes de un mundo distinto al suyo. No puede evitar preguntarse si se trata de otro lugar, de otro tiempo, de una realidad alternativa, de una realidad virtual, si forma parte de un experimento, etc. Se obsesiona con esas visiones, a las que llama conexiones, hasta el punto de que pasan a ser el centro de sus pensamientos y de su vida.
¡Viva el amor!, ¡viva el humor! y ¡viva la ciencia ficción!


Marta C. Albertí, a.k.a. Fosca Dràstica, a.k.a. yo.

21 de noviembre de 2020

Series para no pensar

¿Cuándo dejamos de recomendar series y empezamos a recetarlas?

¿Busca una serie para desconectar y relajarse? ¿Una serie para no pensar? La compañía Hallmark tiene un amplio catálogo de analgésicos. Empiece con una dosis al día e iremos revisando la posología.

¿Necesita activar su sistema inmunológico? Hágalo echándose unas risas. ¿Le suena The IT crowd, Bored to death, Community o Seinfeld? No se preocupe, le hago un volante.

Advertencias:
En caso de consumir más capítulos de los que debiera, puede desarrollar una adicción.
Puede consumir la materia audiovisual sola o con alimentos.
No se han descrito contraindicaciones en el manejo de maquinaria pesada.

Esta publicación no es de un medicamento.
No se tome al pie de la letra las instrucciones.
En caso de duda, automedíquese.

29 de octubre de 2020

La película

Lo único aceptable en la película que te has montado 
es que salgo yo.



12 de octubre de 2020

Una hora de reloj

Me chifla cuando alguien usa la expresión 
UNA HORA DE RELOJ
dejando claro que no se trata de una hora de tostadora, aspirador o clarinete.




18 de agosto de 2020

Una de superhéroes

 Los superhéroes se supercansan.

No hablo de los de capa y disfraz. Hablo de ti y de mí.



23 de junio de 2020

Ya nadie se acuerda del primo de Zumosol

Pasen y vean la anormalidad.         
Baile de máscaras sin invitación.
Colas en el súper virtual. 
Látex, vinilo... ¡Nitrilo mejor! 

Zapatos castigados.
Reservado el derecho de admisión.
3 partes de agua, 7 de alcohol.

Ya nadie se acuerda del primo de Zumosol,
ahora todos hablan del dulce don Simón.

9 partes de agua fría por 1 de lejía.
Dos happy birthdays con jabón. 
Encuentros en pantalla partida. 
Usen escalera. Eviten ascensor.

No hay carteles de todo va mal.
Nadie pinta un ciclón.
Habla el señor de la OMS:
El virus se ha vuelto justo
ojalá  
como nueva mutación.

9 partes de ligereza  
1 de responsabilidad. 
Bienvenida (mal hallada) 
a la nueva anormalidad.




25 de febrero de 2020

Todos mis desastres

Soy una idea brillante y cien grandísimas majaderías. Adalid de la soledad. Sensatez sin pisar las baldosas amarillas. Soy la música que no suena pero que bailo. Vate de lo cotidiano. Autocrítica y autoditirambo. Soy la guardiana de la asepsia en la fantasía. Conspiradora impulsiva. Especie rara de misántropa altruista. Soy la que se emborracha de acíbar y ribera. Aerofóbica estratosférica. La turba completa de mi quijoteraSoy cataplasma para las durezas intelectuales. La farsante. La estrella consagrada en todos mis desastres.


20 de diciembre de 2019

Autobiográfico

Pasé de ciencias a letras porque tenía más ganas de hacer cuentos que de hacer cuentas.

12 de noviembre de 2019

5 de octubre de 2019

No hay planes cósmicos

Después de una vida creyendo en planes cósmicos al fin comprendió que la magia no actuaba movida por fuerzas ajenas a ella.

La magia está en mí
y en donde yo quiero que esté.
Lo demás es burda, 
mera 
y ridícula 
casualidad.

6 de agosto de 2019

De buen humor en todos mis sentidos (o un buen sueño)

Hay olores que me ponen de buen humor, como el del gel de ducha la toja o cebolla y pimiento en la sartén. También sabores, como chuparme los dedos después de haber cortado jamón o las palomitas del Augusta. 

Hay visiones que me ponen de buen humor, como las persianas azul cian o un joven leyendo en la parada de metro o tren o bus. También sonidos, como la intro de Twilight Zone o el silencio de un ascensor vacío. 

El buen humor también se me contagia por la piel, por la suavidad que proporciona una toalla nueva o el frío vidrio de un rueda verdejo. Y, por encima de todo, para mí, el buen humor es el poso que deja un buen sueño.

20 de enero de 2019

NO ALIMENTEN A SUS MIEDOS


Los cobardes se pasan largas tardes en los parques dando de comer a sus miedos. Tiran trozos de pan duro a los alados no-puedo-hacerlo y la-voy-a-joder-como-siempre; ofrecen, entre los barrotes de la jaula, restos de comida a no-lo-entenderá, no-le-gustaré, es-imposible; ceban al peludo nunca-seré-nadie y a múltiples variopintas feroces bestias más. 


Los cobardes dan de comer a sus miedos. Porque es más fácil que dejarlos morir de hambre y enfrentarse a lo desconocido. 

Por eso, alguien tenía que decirlo: NO ALIMENTEN A SUS MIEDOS.




12 de enero de 2019

MargareT

Margaret confiaba en que se le pasaría.
Como se le pasaban los resfriados,
las ganas de comer salmón ahumado
o la idea de aprender a tocar un instrumento.

Pero lo cierto es que hacía tiempo que no era ella
quien tomaba sus decisiones.
Se parecía. Mucho.
Pero no. No era ella.

25 de noviembre de 2018