26 de febrero de 2011

El mecanismo de los relojes

Hay relojes diferentes que marcan diferentes horas. Algunos van hacia atrás. Otros están parados. Tengo sueño. Pero no tengo sueños. Te tengo. Pero no estás conmigo. Me gusta que me muerdas. Joder. Necesito que me muerdas. Hay zapatos. Muchos. Algunos sin suela. "Son para volar", dirías. Seguro. He estado ahí dentro, en tu cabeza. He tomado la pastilla. ¿La he tomado? No lo recuerdo. ¿Me tomo una? ¿Qué pasa si ya me la he tomado y me tomo otra? O, ¿qué pasa si esto ya ha pasado más de una vez? ¿Estoy dormida? No hay ningún ruido. Debería oír el mecanismo de los relojes. Estoy en la cama. Con la cabeza tapada. A salvo de monstruos. Estoy dormida. No hay zapatos ni relojes. Stephane es el nombre de Gael en la ciencia de Gondry. Y Duke Ellington era un duck. ¡Qué buena! Gael salía en Mamut, con la rubia de Dawson, no estaba mal, lástima lo de la infidelidad. Sobraba. Joder con la de Dawson, al final se llevará un Oscar... Dawson debe estar echando humo. Humo... qué bien que ya no fumo. Qué bien sabe todo y qué bien sabe la nada. Qué hora debe de ser. Qué importa. Qué importa el mecanismo de los relojes.