13 de noviembre de 2016

De cómo me salvaron mis defectos

A veces es la valentía, es la astucia, es la tenacidad, es la paciencia o el don de la oportunidad.

Otras veces es la torpeza, es el egoísmo, los celos, el miedo o la mediocridad aquello que te salva. Sí, tus defectos. ¿Dónde estarías ahora si no fuera por ellos? ¿Dónde cojones estarías?