La semana pasada se puso a la venta mi fanzine Él&Ella... (¡HAZTE CON UNO!) Desde entonces he hecho algunos vídeos promocionales a mi manera fresca y pizpireta. Son estos:
Más info sobre el fanzine Él&Ella aquí Hazte con uno aquíAGOTADOS En los vídeos Promo1 y Promo2 he contado con la valiosa colaboración de la Srta. Rozalén.
La sección Él&Ella surgió
como una forma más de expresión, basada en mi fijación por la brevedad y en mi debilidad por jugar con las palabras.
Desde el principio fue la sección
favorita de muchos y ahora se convierte en algo más. En un fanzine
especial, de número único, constituido por una selección cuidada, ordenada y
revisada en la que he buscado cierta sensación de continuidad.
Es un pedazo de
mí transformado en algo mejor gracias a la visión y los medios de los chicos de
Foster Ediciones y al impecable trabajo de diseño de Beatriz Gascón. También
ha colaborado la Srta. Rozalén, mi fotógrafa poliédrica.
Os presento con mucha ilusión a la criatura:
Él&Ella, de venta online desde ahora mismo. AGOTADOS
Tenían sus normas y cada día las rompían Miraban las estrellas Ella decía Tal vez todo está escrito y tal vez esto no está escrito Y él le decía Entonces borraré lo que fuera que hubiese y escribiré lo nuestro
Y brindaron con agua desafiando a la suerte Tenían sus normas y cada día las rompían
Mi boca extraña tu boca. Mi piel extraña tu piel. Mi lengua, tu lengua. Mis pechos, tu lengua. Mis pechos,
tus manos. Mi pie izquierdo, tu pie derecho. Mi brazo, tu brazo. Mis ojos, tus ojos. Mis ojos, tú.
Mis manos, tú. Yo, tú.
Aún no he hecho todas las pompas Y quiero hacerlas Y quiero hacerlas Y quiero hacerlas Antes de quedarme sin agua Antes de quedarme sin jabón Aún no he hecho todas las pompas Pero voy a hacerlas
Una cálida mañana de abril,
Margaret, recién levantada, se lavaba la cara cuando pensó “la curiosidad es el
síntoma inequívoco de la vida”. No le bastó con pensarlo. Tuvo que decirlo en
voz alta: LA CURIOSIDAD ES EL SÍNTOMA INEQUÍVOCO DE LA VIDA. Esa revelación lo
cambió todo.
Ya nunca podría
asegurar fidelidad o exclusividad a una única casa, a un único corte de pelo, a
un estilo, a una marca, a un hombre, a una posición, a nada, a nadie. Todo estaba
permitido. La justificación era la propia vida. Se había topado con la Carta Blanca. Estaba aterrada. Pero se sintió más curiosa que nunca. Se sintió
más viva que nunca.
No. Seguro que no. Imposible. No
tiene ningún sentido. Es una absurdidad. Eso es. Una absurdidad gestada en una
mente caprichosa. Una quimera. Una ilusión. Una utopía. Un peliculón. Un
disparate.
¿O no?
Y si la mínima, remota, improbable,
ilógica, mala, a todas luces, mala idea se desprendiera del precinto que la
mantiene entelequia y se convirtiera en un hecho.
No. Seguro que no. Imposible. No
tiene ningún sentido…