25 de mayo de 2008

REDUCCIONES

Todo se reduce a poder creer y a querer creer. No es tan fácil como creer.
Nunca quise creérmelo por muchas coincidencias que viera. Por algún motivo tiendo al desastre. Lo valoro como lo más probable porque todos conocemos a Murphy.
La pregunta ahora es por qué no puedo creer el no-desastre. Si fuera objetiva y me abstrayera de mis circunstancias, a lo mejor lo habría visto claro hace mucho.
Pero uno no puede abstraerse, mi cuerpo es mío, y todo lo que hay dentro también.
Habrá que esperar.

Todo se reduce a poder esperar o querer esperar. Pero no es fácil esperar cuando no tienes ninguna mascota llamada Paciencia.