21 de marzo de 2013

Papel de plata 2


<< ¿Significa algo? >>, dijiste.
<< Absolutamente nada >>, dije.

   Dije 'absolutamente nada' aunque por dentro chillaba 'absolutamente sí, absolutamente algo' o al menos un comedido 'absolutamente-ojalá-que-sí'. No lo dije porque intuía que aquello de las señales te parecería una mierda de retrasados. Aunque, ¡menuda estupidez! Por qué habrías preguntado entonces si significaba algo. 
   Podría haberte dicho 'absolutamente sí' pero aquello habría sido todo un espectáculo porque no estábamos solos y decir 'absolutamente sí' habría supuesto tu posterior '¿y qué significa exactamente?' y yo habría dicho lo primero que se me pasara por la cabeza. Algo como 'el tiempo lo dirá' o 'significa lo que queramos que signifique' y luego me habría dado rabia haber dicho esas frases tan manidas y se me habría ocurrido una respuesta brillante horas después cruzando algún semáforo del centro. 
  Dije 'absolutamente nada' y creo que sobre todo lo dije tratando de restarle importancia, de convencerme a mí misma de que no significaba nada. Pero, tal vez, algún día te confiese que fue entonces cuando empecé a escribir nuestra historia.