7 de mayo de 2013

La única hambre que tengo

Si hoy me hubiera topado contigo, te habría abrazado. No te habría dicho nada. Ya lo dije todo. Sólo te habría abrazado porque sucede a veces que la única hambre que tengo es de un abrazo tuyo. De esos que no sabías cómo dar. De esos que nos dábamos.