Cuántas veces
me esperaste 10 minutos o más donde siempre. Cuántas
veces hablamos de ver Brown Bunny. Cuántas veces jugamos con
los muñecos del Opencor. Cuántas madrugadas pasamos por la calle
Bonaire, yo siempre muerta de frío y tú siempre queriendo el Buda
de aquella tienda de decoración. Cuántas veces nos reímos
recordando la noche en que aquel poli te pilló con una bici del
ayuntamiento y te dijo '¿qué?, ¿te gusta la bici?', y tú 'sí, me
gusta mucho la bici'. No puedo evitar descojonarme una vez más,
realmente te indultó porque se tragó que te faltaba un hervor.
Cuántas veces cruzamos el semáforo de La Riera de la mano. Cuántas
veces nos despedimos en medio del semáforo y nos giramos después
para agitar la mano una vez más. Cuántas veces nos besamos subidos
en un banco de Las Rambas. Cuántas veces bajamos juntos las
escaleras de la Plaza Mayor y cuántas veces tendré que bajarlas sola para olvidar las veces que las bajamos juntos. Cuántas aventuras
habrán vivido Jake y Finn en este tiempo.
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24 de marzo de 2013
18 de marzo de 2013
Mi paz
Estoy tirada en la cama. Entra
luz, poca luz. Qué hora debe de ser. ¡Qué me importa! Me fijo en la sinfonía de
mis pulsaciones: 1, 2, 3, 4, todo un desfile de pum pum pum pum. Me obsesiono con el ritmo: pupum pupum pupum. ¿Y si parara justo ahora? No más sístoles. No
más diástoles. El yo poco importaría. Importarían los que quedan.
¿Qué pasaría
si ahora mismo dejara de funcionar? Si ya no bombeara más sangre. Me pregunto si
me iría sin haber dicho algo que me jodería no haber llegado a decir. Si quedaría
algo en el aire. Y me respondo que no. No habría dejado ninguna palabra por
decir. Palabras importantes a personas importantes, me refiero. No creo que
nadie esté falto de información, de mi información. Y comprendo que ésa es mi calma.
Ésa es mi paz. Al menos tengo esa paz. No me he callado nada.
16 de marzo de 2013
En este condenado momento
Evoluciono.
Siento el pálpito de la evolución en la involuntariedad del anómalo
temblor de mi ojo izquierdo, en mi persistente curiosidad, en mis ajustes en el hábito
alimenticio, en las constelaciones que forman mis lunares, en las
manchas de mi lívida piel, en mi fijación por la importancia de los números, en mi propia
evolución. Siento que evoluciono. Ahora mismo evoluciono. Cada
momento evoluciono. Soy la magnificente imparable evolución. Soy la
evolución que empezó antes de que yo empezara, mucho antes, y que
acabará mucho después de que yo haya acabado. Pero ahora, en este
condenado momento, yo soy la evolución.
14 de marzo de 2013
Él&Ella 1 14
Ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice.
Él no dice nada.
Él no dice nada.
perpetrado a las
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12 de marzo de 2013
Chicas
Hay chicas por las que cambiar
y hay chicas a las que cambiar por otra,
aunque se llame Soledad.
Y luego hay chicas que son
todas las chicas.
y hay chicas a las que cambiar por otra,
aunque se llame Soledad.
Y luego hay chicas que son
todas las chicas.
10 de marzo de 2013
Welcome to my freakiest show
Siempre hay un
poco más de dolor después del dolor.
Lo agarras con
las uñas. Quieres usarlo hasta el final. Quieres exprimirle el jugo.
Te inspira. Quieres chuparle hasta la última gota mientras te chupa
a ti hasta la última reminiscencia.
Déjalo ir.
Deja que marche a ese lugar donde van a parar los recuerdos. A ese
lugar donde hacen leña de los planes no cumplidos, de los asuntos
pendientes, de lo que pudo haber sido.
Lo agarras con
los dientes. Obligarte a dejar de querer. Morirte un poco.
Martarte en parte. Ir dejando trozos en el pavimento... Escribiste
en una servilleta, de la que lo último que entiendes es:
Y ahora que
eres un mero espectador,
welcome to
my freakiest show.
6 de marzo de 2013
En el 'Ya no' de Idea
Es tan triste
tan triste como tú has querido que sea
Es tan triste
encontrarte en el 'Ya no' de Idea
Es tan triste
ser personas-que-se-saludan
Es tan triste
volver a ser extraños
Es tan triste
como yo sabía que sería
tan triste como tú has querido que sea
Es tan triste
encontrarte en el 'Ya no' de Idea
Es tan triste
ser personas-que-se-saludan
Es tan triste
volver a ser extraños
Es tan triste
como yo sabía que sería
23 de marzo de 2012
Las Noticias
Esos 20 minutos que logré ver Funny Games
antes de agobiarme
Las pesadillas con las garras de Freddy Kruegger
El psicótico de Norman Bates
En qué se convirtió Jeff Goldblum al final de La Mosca'
¿Quieres morir esta noche, rubita?' fue una de las frases que marcó mi adolescencia
Las butacas de cine nunca son seguras desde que vi Angustia
La cara de no entender nada que se me quedó
al ver a la amiga de Kyle XY en un área de descanso
Toda la viralidad y
toda la oscuridad del proyecto de la bruja de Blair
It y mi posterior coulrofobia
Los pájaros
La matanza de Texas
Bad taste
Y tantas otras más
que no recuerdo
ahora
Pero por muchas películas de terror que vea,
lo que me sigue dando más miedo
son las noticias
antes de agobiarme
Las pesadillas con las garras de Freddy Kruegger
El psicótico de Norman Bates
En qué se convirtió Jeff Goldblum al final de La Mosca'
¿Quieres morir esta noche, rubita?' fue una de las frases que marcó mi adolescencia
Las butacas de cine nunca son seguras desde que vi Angustia
La cara de no entender nada que se me quedó
al ver a la amiga de Kyle XY en un área de descanso
Toda la viralidad y
toda la oscuridad del proyecto de la bruja de Blair
It y mi posterior coulrofobia
Los pájaros
La matanza de Texas
Bad taste
Y tantas otras más
que no recuerdo
ahora
Pero por muchas películas de terror que vea,
lo que me sigue dando más miedo
son las noticias
12 de octubre de 2011
Esmeralda morada turquesa dorada y roja luz
Cuando no me gusta estar aquí, hay un lugar en el que me escondo. Allí hay luces especulares, vidrios serpenteantes e infinitos mecanismos danzan al aire y se regodean en su quiralidad. Encajan y desencajan sus componentes dentados con simétricos efectos. Preciosas figuras se reproducen una y otra vez. Esmeralda morada turquesa dorada y roja es la centelleante cegadora luz que pasa a través de las paredes del cristalino espacio. Argénteas piezas microscópicas o sólo pequeñas se mueven en la más dulce sinfonía mientras vuela Lucy en el cielo con diamantes. Aquí está Lucy, tropieza con una nube y la nube empuja a la siguiente nube y todas las demás nubes se desplazan al compás que nunca acaba como fichas de un persistente dominó. Pero nada malo ocurre. Nada malo temes que ocurra. Nunca temes perder tiempo, ni perder a alguien, ni perderte, ni perder. Nunca temes. Todo irradia prosperidad. Lo bello se muda para seguir siendo bello pero desde otra posición. No hay horizonte, no hay límite y la perspectiva gruñe trastocada por el propio engranaje imposible del lugar. Todas las frutas son frescas, todos los tréboles tienen cuatro hojas. Cada día es tu día de suerte...
8 de mayo de 2011
X
Hay bolsas de té, lechuzas, extraños conectores, 1 kilo de azúcar moreno en terrones, una camiseta amarilla, un ascensor estropeado, diccionarios de español-italiano, alguien que se parece a alguien, una tecla X de un portátil HP, cinta adhesiva negra, un trozo de papel con un teléfono que desconozco, una navaja, un bolígrafo y polvo, mucho polvo, en mi cabeza.
22 de abril de 2011
Nuevos procedimientos
Hay hombres que te quitan la ropa y hombres que además te la ponen. Y hay hombres que te la quieren poner, pero no saben. Y hay hombres que te la quieren quitar, pero no saben. Y hay hombres que sólo quieres que te la quiten. Y hombres que sólo quieres que te la pongan. Y a veces tú quieres que ese tío sólo te quite la ropa, pero él te la quiere poner después. Y tú no quieres. Y otras veces quieres que te la ponga, y le dejas hacer, y cuando se supone que estás vestida te das cuenta de que llevas los calcetines en las orejas. Y entonces sólo puedes esperar que algún día quieras que te quite y te ponga la ropa un hombre que sepa y quiera quitarte y ponerte la ropa. Y mientras esperas, te la quitas tú sola, te la pones tú sola y a veces dejas que alguien lo intente, mientras sueñas con el día en que tendrás por fin los calcetines en los pies y nada en las orejas. Pero no debes descartar que un día te encuentres con la ropa del revés y te guste llevarla del revés y te guste que te la haya puesto del revés y te guste quien te la haya puesto del revés.
Hay hombres que te quitan la ropa y hombres que además te la ponen o se la ponen. Y hay hombres que inventan nuevos procedimientos para llevar a cabo la pequeña acción cotidiana del quitar y el poner la ropa.
7 de enero de 2011
Cosas que pasan
Me pregunto cuántas cosas pasan mientras me pregunto cuántas cosas pasan. Habrá alguien atándose los cordones de unos viejos zapatos. Habrá alguna adolescente fingiendo ser quien no es con la intención de que todos los chicos malos se enamoren de ella. Habrá, sonando en algún coche, alguna canción que es pura basura. Habrá gente miserable que se cree feliz y gente feliz que no sabe serlo. Habrá alguna madre buscando un calcetín. Habrá algún chico bueno rechazado por la chica que finge sonreir. Habrá un perro mordiendo un calcetín. Habrá alguien descalzo. Y alguien a quien se le hace eterno el viaje en ascensor. Habrá alguien pensando si quiere el refresco grande o pequeño. Habrá alguien parecido a alguien que conoces. Y mientras pasa todo, a mí no me pasa nada.
19 de noviembre de 2009
Sabía a chicles
Sabía a chicles. Y a golosinas con forma de fresas, de ladrillos, de ositos, de labios, de nubes…
Sabía a chicles y a alcohol y a tabaco y a rubias y a morenas y a pelirrojas y a libertad y a casitas de colores con tobogán en las que nunca estuvimos.
No puedo recordar nada más que su sabor y su barbilla. Hay barbillas que no se olvidan. Aunque se olvide todo lo demás. Como una fotografía que encuentras de algún acantilado y no puedes recordar cuándo la hiciste ni por qué estabas ahí. Como un sabor que reconoces pero no sabes cuándo lo probaste por primera vez. Como una pieza que encuentras entre los cojines del sofá de un puzzle que alguien nunca pudo acabar.
Hay barbillas que no se olvidan. Pero son sólo eso, barbillas.
Sabía a chicles. Pero no era dulce.
Imagen de Hannah
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9 de julio de 2009
25 de enero de 2009
Barbies y Pelotas
Odio a Paula como odié a una Bea y como odiaré a tantas Marías. La odio de una forma infantil, destructiva, repugnante.
Las niñas juegan a la pelota en los patios del colegio, ajenas a que pronto jugarán con otras pelotas y las harán botar del mismo modo y se las pasarán a veces adrede, a veces recelosas.
Odio a Paula como he odiado a otras. Nunca son más guapas ni más listas ni mucho menos más ocurrentes que yo, por lo menos no en mi cabeza.
Las niñas juegan con una Barbie en su habitación, y aprietan fuerte el cuerpo de Ken contra ella e inventan diálogos e historias de amor. A veces es Barbie la que tiene un affaire en el jardín con un Son Goku de goma, a veces es Ken con una de esas barbies del chino que no son barbies pero las sigues llamando así y que si las aprietas con un dedo quedan deformadas, a veces por un rato, a veces para siempre.
Las niñas juegan con una Barbie en su habitación, ajenas a que pronto algún tipo las tratará como una muñeca, y habrá affaires en los que las apretarán con un dedo y quedarán deformadas. A veces por un rato, a veces para siempre.
Las niñas juegan a la pelota en los patios del colegio, ajenas a que pronto jugarán con otras pelotas y las harán botar del mismo modo y se las pasarán a veces adrede, a veces recelosas.
Odio a Paula como he odiado a otras. Nunca son más guapas ni más listas ni mucho menos más ocurrentes que yo, por lo menos no en mi cabeza.
Las niñas juegan con una Barbie en su habitación, y aprietan fuerte el cuerpo de Ken contra ella e inventan diálogos e historias de amor. A veces es Barbie la que tiene un affaire en el jardín con un Son Goku de goma, a veces es Ken con una de esas barbies del chino que no son barbies pero las sigues llamando así y que si las aprietas con un dedo quedan deformadas, a veces por un rato, a veces para siempre.
Las niñas juegan con una Barbie en su habitación, ajenas a que pronto algún tipo las tratará como una muñeca, y habrá affaires en los que las apretarán con un dedo y quedarán deformadas. A veces por un rato, a veces para siempre.
11 de enero de 2009
Tan dormidos
He soñado que te hablaba en inglés, pero no entendí qué te decía porque nadie se encargó de subtitularme. Estábamos tan dormidos que lo más probable es que no lo recordemos o no lo queramos recordar.
He soñado que te hablaba en inglés pero tú me pedías que me centrara en el francés y yo me hacía la sueca.
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